Naturaleza del arroyo Culebro (Madrid)
Precio | Fecha y horario |
· 21€ por persona | · Viernes 24 de noviembre |
Qué incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | Objetivos: mosquitero común, carricero común, curruca mosquitera, papamoscas gris, papamoscas cerrojillo, Otras especies: grulla común, pico picapinos, pito ibérico, carbonero garrapinos, mito común, cernícalo vulgar, petirrojo europeo, lavandera cascadeña, etc.. |
Naturaleza indómita del sur madrileño
Atravesando extensiones de carretas, grandes naves industriales y centros comerciales, el arroyo Culebro avanza al sur de la capital resistiéndose a ser domado por el urbanismo madrileño. En su ribera las crecidas riegan un rico bosque de ribera lleno de sauces, tarayes, chopos y pinos donde la fauna encuentra un fantástico refugio natural en mitad del tráfico y la actividad industrial. Aves, reptiles, invertebrados y algún mamífero se cobijan en el bosque de ribera que acompaña al Culebro.
Verderón común
Papamoscas cerrojillo
El final de la migración se aproxima y muchas aves deben apresurarse en reponer fuerzas antes de que lleguen los días más duros del otoño. Centenares de ejemplares de varias especies, ya han atravesado la ribera del Culebro en un viaje al sur que comenzó a finales de agosto. Los últimos viajeros aprovechan esta última oportunidad que les brinda el arroyo mientras las especies residentes, se preparan para la nueva estación.
Comenzaremos la senda entre pinos donde se pueden escuchar algunas aves residentes como el carboneros y herrerillos. En cambio, entre tanto martilleo resuena un reclamo conocido, es el del herrerillo capuchino que nos muestra su arreglada cresta. Los jilgueros se agrupan también por el borde del camino en busca de semillas en los arbustos cercanos. Los primeros zorzales invernantes pueden aparecer en el borde del río, moviéndose entre el carrizo que acompaña al cauce, donde puede aparecer ya las primeras lavanderas cascadeñas, que llegan a pasar el invierno en tramos bajos de los ríos, como es este. De la misma forma escuchamos al mosquitero común y al petirrojo que también andan buscando territorios con inviernos más suaves. Veremos si se quedan aquí o continúan viajando al sur. En las zonas más abiertas buscaremos a otro grupo de viajeros. Golondrinas comunes, mosquiteros musicales, papamoscas gris y cerrojillo e incluso algún atrevido colirrojo real.
Entre los chopos se mueven los ajetreados estorninos. Habrá que fijarse bien puesto que en estas fechas se puede ver bien al torcecuello euroasiático que como muchos otros descansa en mitad de su migración al sur. No es el único carpintero del bosque, el pico menor, el picapinos y el pito ibérico también residen en este paraje, pero ellos se quedarán entre nosotros este invierno como aves residentes que son. En cambio, los carriceros que se mueven entre el carrizo del arroyo, se despedirán de nosotros hasta el año que viene.
Torcecuello euroasiático
Bastará con esta pequeña visita para poder ser testigos de la riqueza que se esconde en algunos rincones urbanos como este. La naturaleza se niega a rendirse y continua su labor aportando refugio y soporte a muchas especies de animales entre los que se encuentra la comunidad de aves que veremos en esta peculiar ruta.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio recomendable).
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse al menos con 7 días de antelación.
Bando de grullas
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